Entes oficiales y empresas pueden realizar en total 70.000 unidades
El sector construcción actualmente se enfrenta a dificultades con el suministro de insumos y a mayores regulaciones (Archivo)
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En el período de 2007 a 2009 la capacidad de construcción del sector privado se incrementó para llegar a niveles de 70.000 viviendas por año, pero las regulaciones, las menores inversiones y las fallas en el suministro de los insumos básicos están obligando a las empresas a revisar sus metas.
Los constructores tenían proyectado realizar 81.000 unidades; sin embargo, ese objetivo ya no es posible y ahora prevén efectuar 44.300 casas, de manera que en este ejercicio habrá 30.000 casas menos, lo que equivale a una reducción de 45%.
Luego de una etapa de boom, el sector privado en los últimos meses de 2009 tuvo que realizar ajustes en sus programas. Para el período de julio a septiembre del pasado año las empresas tenían en proceso de construcción 98.246 unidades, pero en el cuarto trimestre el número de unidades se redujo 16% y pasó a 81.000 casas. Esa caída se debió a la decisión del Ejecutivo de prohibir el cobro del índice de precios al consumidor en los contratos de preventa.
El director de vivienda de la Cámara de la Construcción, Oswaldo Carrillo, destacó que sobre el sector inciden varios aspectos, y no solo son las regulaciones las que impactan, sino también la menor disponibilidad de fondos, lo que ha obligado a cambiar los objetivos en este trimestre. Dijo que los recursos actuales no permiten hacer más de 44.000 casas.
El sector privado para financiar los desarrollos habitacionales cuenta con la gaveta hipotecaria y en este período se estiman recursos por 6,3 millardos de bolívares.
Carrillo explicó que la disponibilidad prevista en la cartera hipotecaria así como en los fondos del sector público garantiza que este año se realicen en total 70.000 soluciones habitacionales, y en ese marco los entes oficiales podrían estar efectuando cerca de 26.000 unidades de vivienda.
Aunado a la menor inversión pública y privada, la construcción se enfrenta a fallas con el suministro de los insumos.
El director de la organización comentó que existen dificultades en la distribución de cemento y persisten los problemas con las cabillas por la menor producción de Sidor y de las siderúrgicas privadas. Indicó que las empresas están afectadas por el desabastecimiento y por los aumentos de precios de los productos.
Cemex ajustó el costo del concreto y el aumento fue 46%. Los precios de los materiales eléctricos subieron 32%, de los productos de aluminio 42% y de las mallas de acero 41%.
Menos posibilidad
Los mayores costos que se generan en el proceso de construcción de viviendas han incidido en los precios de las unidades y de acuerdo con estimaciones del sector el valor mínimo de una solución está en 260.000 bolívares.
Ante esos precios no todos pueden acceder a una vivienda. Carrillo indicó que si una familia necesita adquirir una casa a ese precio de 260.000 bolívares requiere de un ingreso mínimo de 6.000 bolívares y para la entrega de la inicial (que equivale a 30% del valor del inmueble) necesita ahorrar al menos 15 meses.
Aunque las familias pueden recibir financiamientos por la Ley del Régimen de Vivienda y además contar con un subsidio directo, los recursos no resultan suficientes.
Los constructores tenían proyectado realizar 81.000 unidades; sin embargo, ese objetivo ya no es posible y ahora prevén efectuar 44.300 casas, de manera que en este ejercicio habrá 30.000 casas menos, lo que equivale a una reducción de 45%.
Luego de una etapa de boom, el sector privado en los últimos meses de 2009 tuvo que realizar ajustes en sus programas. Para el período de julio a septiembre del pasado año las empresas tenían en proceso de construcción 98.246 unidades, pero en el cuarto trimestre el número de unidades se redujo 16% y pasó a 81.000 casas. Esa caída se debió a la decisión del Ejecutivo de prohibir el cobro del índice de precios al consumidor en los contratos de preventa.
El director de vivienda de la Cámara de la Construcción, Oswaldo Carrillo, destacó que sobre el sector inciden varios aspectos, y no solo son las regulaciones las que impactan, sino también la menor disponibilidad de fondos, lo que ha obligado a cambiar los objetivos en este trimestre. Dijo que los recursos actuales no permiten hacer más de 44.000 casas.
El sector privado para financiar los desarrollos habitacionales cuenta con la gaveta hipotecaria y en este período se estiman recursos por 6,3 millardos de bolívares.
Carrillo explicó que la disponibilidad prevista en la cartera hipotecaria así como en los fondos del sector público garantiza que este año se realicen en total 70.000 soluciones habitacionales, y en ese marco los entes oficiales podrían estar efectuando cerca de 26.000 unidades de vivienda.
Aunado a la menor inversión pública y privada, la construcción se enfrenta a fallas con el suministro de los insumos.
El director de la organización comentó que existen dificultades en la distribución de cemento y persisten los problemas con las cabillas por la menor producción de Sidor y de las siderúrgicas privadas. Indicó que las empresas están afectadas por el desabastecimiento y por los aumentos de precios de los productos.
Cemex ajustó el costo del concreto y el aumento fue 46%. Los precios de los materiales eléctricos subieron 32%, de los productos de aluminio 42% y de las mallas de acero 41%.
Menos posibilidad
Los mayores costos que se generan en el proceso de construcción de viviendas han incidido en los precios de las unidades y de acuerdo con estimaciones del sector el valor mínimo de una solución está en 260.000 bolívares.
Ante esos precios no todos pueden acceder a una vivienda. Carrillo indicó que si una familia necesita adquirir una casa a ese precio de 260.000 bolívares requiere de un ingreso mínimo de 6.000 bolívares y para la entrega de la inicial (que equivale a 30% del valor del inmueble) necesita ahorrar al menos 15 meses.
Aunque las familias pueden recibir financiamientos por la Ley del Régimen de Vivienda y además contar con un subsidio directo, los recursos no resultan suficientes.
Mayela Armas H.
EL UNIVERSAL
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